Paulina Alvarez, la Cienfueguera emperatriz del Danzonete

Paulina Alvarez nació en Cienfuegos en 1912, dio tempranas muestras de sus facultades vocales y musicales.
Radicada desde adolescente en La Habana, sus primeros éxitos le llegarían con la «Orquesta Elegante» al interpretar sus propias versiones de «Lágrimas Negras» y «Mujer Divina».
Cuando el matancero José M. Aniceto Díaz compuso el primer Danzonete la seleccionó para que diera a conocer esta nueva modalidad en La Habana, a la que se le hicieron arreglos especiales para ella, siendo tan sonado el éxito, que desde entonces el género sirvió de identidad a la joven cantora en una época en que primaban los cantantes masculinos.
Paulina Alvarez sentó cátedra en orquestas de primer nivel en Cuba tales como la de Cheo Belén Puig y la de Neno González entre otras.
Gracias a los conocimientos musicales adquiridos en la Academia Municipal de La Habana y a su relevancia artística, funda su propia orquesta.
Su popularidad fue enorme. Llenaba los principales escenarios y su voz se radiaba diariamente. Grabó múltiples discos.
A mediados de los años 50 del pasado siglo hace una pausa en su carrera la que reanuda en 1956.
Su última presentación en público ocurrió en la televisión donde, cantando y bailando, trabajó junto a Barbarito Diez y la Aragón.
Falleció en La Habana el 22 de julio de 1965.
En las fotos un retrato de la artista Paulina Alvarez y del Centro gastronómico que en Cienfuegos lleva su nombre e inaugurado en ocasión del Bicentenario de la Ciudad.