
Faro Punta de los Colorados
Ya en 1846 el tráfico comercial del puerto de Cienfuegos era considerable y se veía la necesidad de instalar en la boca de la entrada del canal de la bahía un faro que asegurara la navegación de acceso a la rada cienfueguera. El 16 de julio de ese año los comerciantes se dirigieron a las autoridades españolas en los siguientes términos:
“Reconocida la conveniencia de situar un fanal a la entrada de esta bahía y penetrados en la imposibilidad en que hoy se halla la Real Junta de Fomento por sus muchas atenciones, de facilitar los fondos para ello, estamos dispuesto a costear por suscripción el importe de la farola necesaria y a que se recarguen los buques que lleguen a nuestra consignación con el impuesto que se crea justo para subvenir los costes de celador y mantenimiento.”
Fue estudiado el mejor lugar para su instalación y se eligió la Punta de los Colorados, a barlovento de la entrada del puerto, tanto por ser el punto más avanzado en el mar, como por la calidad de su terreno, situado en los 22º 02.1 Latitud Norte y 80º26.5 longitud Oeste.
Se dio la tarea de elaborar el proyecto al teniente coronel de ingenieros Francisco de Albear, que en febrero tuvo listos dos proyectos, decidiéndose por el que tenía dispuesto alojar en su interior la habitación del torrero, facilitando así la defensa contra la agresión de posibles asaltantes.
Las obras comenzaron en agosto de 1848, iniciándose con la construcción de un camino hasta ese lugar, utilizándose en las labores presidiarios y negros esclavos. Debido a la insalubridad del lugar se notificó al final de la obra el fallecimiento de ocho de las personas que laboraron en su instalación.
El 5 de marzo de 1849, se terminó de edificar la torre, informándose al Cuerpo de ingenieros lo siguiente:
“Tengo el honor de poner en superior conocimiento que el 2 del corriente se sentó la última piedra de la torre fanal de este puerto.”
Se le instaló un sistema de iluminación francés del modelo Fresnell, el cual quedó listo el 1 de marzo de 1851. Según la práctica de poner a los faros los nombres de capitanes generales u otros altos representantes de la Corona en la Isla, y ya conferido al de Maisí el del Capitán General de la Isla José de la Concha, se determinó poner al de Cienfuegos el nombre de Villanueva, en reconocimiento al criollo Claudio Martínez de Pinillos, Conde de Villanueva, Superintendente de la Hacienda de Cuba, quien se distinguió por sus gestiones en obtener para Cuba la libertad completa de comercio con el extranjero y supo también ganarse el respeto por sus dotes de financiero y honradez personal.
Luz al servicio de la Libertad
El encendido definitivo del faro se realizó el 19 de marzo de 1851 y con este motivo en la Gaceta de la Habana del 16 de marzo de 1851 se emitió la siguiente nota:
“Colocado ya el faro en la torre Villanueva que se haya construido en la bahía de Cienfuegos, en la punta de los Colorados, de conformidad a lo acordado por la Real Junta de Fomento, que desde la noche del día 19 del corriente empiece a exhibirse su luz. Dicho faro es catadióptrico, de tercer orden de Fresnell, cuya luz fija variada por destellos a la cual corresponde una tangente de 12 millas marinas pero podrá avistarse a mayores o menores distancias según el estado de la atmósfera y la altura del observador.”
En la práctica se comprobó que el espacio de la torre dispuesto en el proyecto inicial era insuficiente para el alojamiento de los torreros y sus familias, por tanto, el 3 de junio de 1861 la Junta Jurisdiccional de Fomento de Cienfuegos solicitó la construcción de viviendas, que hasta 1867 no se concluyeron.
La luz del faro fue utilizada por expediciones mambisas durante la guerra contra el colonialismo español, las cuales desembarcaron en zonas cercanas. Cuéntanse entre ellas la de Miguel Betancourt, en el vapor Dauntless, que llegó el 13 de octubre de 1896 por la desembocadura del río San Juan; y la del coronel Fernando Méndez, que en el vapor Sommers Smith desembarcó en el río Arimao el 15 de septiembre de 1897.

Durante la Guerra Hispano Cubano Norteamericana, una de las primeras acciones que realizó la flota norteamericana en el bloqueo a las costas Cubanas fue el corte del cable submarino inglés de comunicaciones de la Western Union, el 11 de mayo de 1898, que entraba en la misma punta Los Colorados. Al siguiente día el faro fue bombardeado por los buques Mablehead y Winslow, mandados por el comandante W. H. H. Southerland, quedando la torre del faro totalmente destruida.
Al concluir la guerra, los norteamericanos valoraron la necesidad de la señalización marítima destruida y colocaron una luz provisional de sexto orden, colgada de un mástil de madera, pero ésta era insuficiente, pues no aseguraba las posibilidades de acceso a la bahía de Cienfuegos, lo que influyó para que las autoridades norteamericanas ordenaran construir, en el mismo lugar del destruido, un nuevo faro de 19,65 metros de altura focal, colocándosele un aparato lenticular de cuarto orden. Fue inaugurado en 1901, utilizando una lámpara de petróleo de nivel constante, con relámpagos regulares cada 5 segundos y visible a una distancia de 15 millas con un costo total de 25 183.67 pesos.
En marzo de 1952 se sustituyó el sistema de alumbrado por otro de incandescencia por vapor de petróleo a presión. El 26 de junio de 1969, se electrificó y recibió una remodelación, construyéndosele en 1970 nuevas viviendas para los torreros, teniendo actualmente un alcance visible de 38 millas náuticas y además posee un radio faro.
extracto tomado de artículo de la revista Mar y Pesca