Central Soledad

El central Soledad ubicado en Cienfuegos, Las Villas (existieron otros dos ingenios con el mismo nombre en Matanzas y Oriente) era el número 89 del país por su capacidad de producción ascendente a 225 000 arrobas de caña diarias, un rendimiento industrial en la media del país, 819 canallerías de tierras propias y 813 trabajadores.

Existe contradicción sobre el año de su fundación que algunos ubican en 1841 y otros en 1847. Para los primeros el ingenio fue fundado por Juan Bautista Sarría Biescochea y fue heredado por su viuda María del Rosario Albis y por su hijo José Manuel Sarría Albis, junto con sus hermanos, que en 1858 vendieron su parte a los primeros que mantuvieron la propiedad hasta 1886 cuando el norteamericano Edwin Atkins compró a los los hermanos Torriente la hipoteca que los gravaba.

La crisis económica de 1857 a 1866, unida a la Guerra de los Diez Años golpeó los negocios de la familia Sarría que, aunque logró esquivar la tea incendiaria del brigadier del Ejército Libertador José González Guerra no pudo impedir que el patrimonio familiar se esfumara.

El ingenio Soledad poseía en 1884, 157 caballerías de tierra y ferrocarriles y cañas suficientes para fabricar 2 000 barriles de azúcar. Su maquinaria consistía en un molino de tres masas que no extraía más del 70% de jugo y una máquina de balancín bastante vieja. El guarapo se hervía en calderas abiertas conocidas como tren jamaiquino, lugar de clarificación, defecación y evaporación; el bagazo se usaba como combustible, pero antes, para avivar el fuego se usaba leña.

casa de la familia Atkins

La casa de vivienda que hoy se conserva fue construida en 1848 con gruesas paredes de varios pies para que sirviera como fuerte en caso de sublevación de la dotación de esclavos. El 30 de enero de 1990 fue declarada Monumento Local por la Comisión Nacional de Monumentos.

Atkins fue el más prominente entre los hacendados estadounidenses en Cuba durante el siglo XIX y en la década de 1890 construyó, además, el central Trinidad en sociedad con Henry Havemeyer. En la década de 1920 también aparecían como su propiedad los centrales San Agustín y Caracas. Sin embargo, tras su muerte, su familia sólo había conservado el Soledad, al que pretendían mantener como su última posesión en Cuba, a pesar de las reiteradas ofertas de compra que les hiciera el magnate Julio Lobo Olovarría.

Según el «Portafolio Azucarero», publicado en 1914, el central Soledad poseía por esa época 540 caballerías de tierras propias, de las cuales 240 se destinaban al cultivo de la caña y las otras 300 a potreros. Contaba para el transporte desde el corte de una flota de 150 fragatas y cuatro locomotoras que se desplazaban por 40 km. de vía estrecha. Como era común en la mayoría de los ingenios cubanos por ese entonces el Soledad no empleaba fertilizantes ni regadío para el cultivo de sus cañas.

Durante la zafra de 1913 molió 12 025 464 arrobas de caña (95 000 arrobas diarias), con un rendimiento de 50 000 arrobas por caballería y fabricó 103 364 sacos de azúcar de 325 libras. En la molienda siguiente logró moler 13 726 281 arrobas con un rendimiento de 50 000 arrobas por caballería y envasó 129 006 sacos de 325 libras.

Para ello contaba por esos años con la siguiente maquinaria: Una descargadora y una desmenuzadora, seguidas de un juego de tres trapiches, doce defecadoras, dos evaporadores de triple efecto con 20 000 pies de superficie calórica, tres tachos de punto con 290 sacos de cabida, 21 centrífugas y una batería de calderas con 2 300 caballos de fuerza compuesta de siete pailas, sistema Puerco Espín en tres hornos.

Jardín Botánico de Cienfuegos

Desde fecha muy temprana Atkins había dedicado las tierras de su colonia Limones en el central Soledad para la investigación sobre las variedades de caña de azúcar, lo que sería el germen del futuro jardín tropical de la Universidad de Harvard ( actual Jardín Botánico de Cienfuegos ) , ubicado en las inmediaciones de la ciudad de Cienfuegos; establecido a partir de 1899 y convertido en 1932 en «The Atkins Institution of the Arnold Arboretum», adscrito a dicha Universidad y, donde, se reunieron las principales especies tropicales, entre ellas una importante colección de orquídeas. Era el único Jardín Botánico financiado por una institución privada pues había recibido un legado de Atkins y en 1958 contaba con unos 221 acres y alrededor de 4 000 especies sin contar las nativas.

Tras el triunfo de la Revolución Cubana el central Soledad fue nacionalizado junto con el resto de los centrales de propiedad norteamericana. El nuevo gobierno de la Isla renombró la industria como central Pepito Tey.

En el año 2002 durante la reestructuración de la industria azucarera cubana, conocida como Tarea Álvaro Reinoso la autoridades cubanas decidieron paralizar el central y posteriormente fue demolido