Calle de Manacas en Cienfuegos, algunos aspectos de su desarrollo

Lo que desde sus inicios era solo uno de los principales accesos terrestres de la ciudad, con el tiempo fue incrementando su notoriedad incidiendo en ello el propio desarrollo económico que llevó a que la inicialmente conocida como «Carretera de Manacas» y luego como «Calzada de Manacas», fuera ganando en relevancia, y no solo para arribar a Cienfuegos.

A ambos lados de esa vía fueron creciendo las construcciones de diversa naturaleza, pero en lo fundamental viviendas, y ello fue solo en el tramo de la Calzada de Dolores hasta un poco más al norte del paso a nivel que allí existió hasta hace muy pocos años.

En 1947, y eso es bueno recordarlo, aun no existía construcción alguna hacia el sur a partir de la Calzada de Dolores, salvo la panadería La Indiana.

No obstante, la calle de Manacas en la zona de La Juanita era habitada y estaba conformada en lo fundamental, por modestas edificaciones.

Otras construcciones en la calle de Manacas

Luego de cruzar el puente sobre el arroyo El Inglés que hace algunos años sustituyó al que se llamó «General Cabrera», lo primero que llama la atención es la edificación de mampostería que abarca toda esa manzana donde se sitúa la que, construida en la década de los años 30, sirviera de sede a la Guardia Rural y que hoy es un centro de la enseñanza especial. Frente a ella aún se conserva una edificación formada por viviendas de las llamadas «en tira», que posee una confortable galería techada que une ambos extremos de esa cuadra.

El propio crecimiento de las edificaciones para viviendas permitió que en esa zona se asentaran varios establecimientos, fundamentalmente bodegas.

Tampoco es de extrañar que allí se construyeran dos grandes servicentro aprovechando la condición de salida o acceso a la ciudad de esa vía, de los cuales uno se encuentra activo perteneciendo a CIMEX, mientras que el otro, actualmente propiedad de la Empresa de Campismo, fue durante muchos años la base de los Omnibus intermunicipales.

Algo conocido por pocos es que a la vera de esta calle se fundó en 1918 por el Sr. Bernardo García una tenería llamada «La Nueva» y allí cercana, al sur del servicentro de Pueblo Griffo, existió una calera que en los años 50 funcionó arrendada por «Llerena y Bermúdez» y que, con transporte propio proveía de ese material a muchas construcciones de la ciudad.