Calle de Dorticós de Cienfuegos, historia de esta céntrica calle

Si bien con los años la calle de Dorticós adquirió notable importancia, en 1820 aún no estaba trazada en el plano de la Colonia y la única explicación que existe para muchos, es su situación apartada del centro de la población.

No obstante, la expansión de la Colonia hacia el sur acercándose a la bahía, lo cual era una necesidad imperiosa, hacen que surja y ya aparezca reflejada en el plano oficial de la Villa de 1939.

En ese año la calle nacía en el Paseo de Arango y hacia el este llegaba solo hasta la intersección con la de Hourritiner ya que más adelante se encontraba una ensenada de la que hemos hablado y que fuera rellenada algún tiempo después. Fue entonces que la calle se extendió más al este, primero hasta el Paseo de Vives y luego mucho más allá.

Aún en esa época inicial era un proyecto su prolongación al oeste lo que se hizo como acceso al Cementerio General de Reina, aunque como sabemos, en ese tramo cambió su nombre.

La calle de Dorticós y el origen de su nombre

La calle de Dorticós debe su nombre a Don Andrés Dorticós y Cassou, francés por nacimiento que acompañó a Don Luis De Clouet en la fundación de la Colonia y que fungiera como el primer archivero y a la vez el primer escribano.

Desde los inicios esta calle fue diseñada fundamentalmente para servir de asiento a almacenes y otras dependencias relacionadas con el puerto, además de acceso a éste, pero con su crecimiento hacia el oeste del Paseo de Vives, se asentaron allí básicamente viviendas.

Las excepciones fundamentales las constituyeron la Planta Eléctrica en la intersección con el Paseo de la Independencia y muy cerca de esa industria, el Frontón Jai Alai al que servía de acceso además de otros pequeños negocios.

Geográficamente, al este del Paseo del Prado, Dorticós es la calle más baja con relación al mar de una amplia porción de la ciudad, por lo que hacia ella escurren todas las aguas procedentes de la mayor parte de La Juanita y de otras zonas aledañas. Es por ello que allí existe la llamada «Zanja de Dorticós».