España autoriza la creación de partidos políticos

Al finalizar la Guerra Grande, España autoriza la creación de partidos políticos siendo estos el Unión Constitucional (conservador) y el Liberal (reformista), pero que coincidían en la necesidad de evitar cambios profundos en el estatus colonial, pero ya en los años 90 el desgaste político de ambas fuerzas se hace evidente.
El intelectual cienfueguero Pablo L. Rousseau crítica en periódico «El Obrero» la situación económica y política existente en la región e incitó a la clase obrera a combatir a sus patrones. Con la Fundación del Partido Revolucionario Cubano, Rousseau y otros líderes obreros locales militarian en sus filas, a la vez que se incrementa la fortaleza de las ideas independentistas y las actividades conspirativas en estrecha coordinación con José Martí, cuyas ideas reciben gran difusión en la región, al punto de que se produce un alzamiento en la zona de Lajas antes de lo previsto por el PRC y Martí, y que fuera rápidamente sofocado por las tropas coloniales, pero que demostró la disposición a la lucha de los patriotas cienfuegueros.
En las fotos Pablo L. Rousseau y Voluntarios españoles en operaciones.