La Planta Eléctrica de Cienfuegos

En Cienfuegos la mayoría de las personas la llamó «La planta de O’Bourke» como una manera de diferenciarla de la que ya existía en Prado y Dorticós y sobre la cual ya hemos hablado en ésta página.
Se inauguró el 23 de abril de 1950 construida en algo más de una caballería de tierra situada en la zona ya mencionada de O’Bourke a orillas de la bahía en su lóbulo norte y que pertenecía a la finca de Nuestra Señora de Regla adscrita a la jurisdicción de Caunao a pesar de la distancia que existe entre ambos puntos.
La edificación fue ejecutada por la empresa «Frederick Sanare Corporation» la que designó al entonces joven ingeniero cienfueguero Ignacio Silva para dirigir las obras, mientras que Félix Martell fue el Inspector General a nombre de la Compañía Cubana de Electricidad (CCE), inversionista y propietaria de la nueva industria que venía a incrementar el nivel de generación eléctrica de la zona.
El centro de la planta lo constituían dos generadores y dos turbinas con una capacidad productiva de 12 mil 500 kilowatts con tecnología norteamericana. Su combustible era el petróleo crudo y disponía de un muelle para el atraque de barcazas y dos tanques de almacenamiento.
Se nacionalizó en 1960 y en su proximidad se construyó algunos años más tarde una nueva central termoeléctrica cuyas dos primeras unidades de generación eran de tecnología checa ampliada luego con dos más pero ésta vez japonesas.
La vieja planta funcionó hasta el 31 de diciembre de 2000. Concluyó con el siglo XX.