El Sombrerón

Una anécdota Cienfueguera: El Sombrerón

La anécdota del Sombrerón data de los primeros días de septiembre de 1822, que según nos cuentan Rousseau y Díaz de Villegas, se promovieron disgustos entre los nativos, los españoles y franceses residentes en la Colonia, cuando se intentó robar a altas horas de la noche a un español, llegando el debate a «formar banderín» entre unos y otros.

La discusión fue transada cuando se decidió colocar el sombrero que portaba el ladrón y había abandonado en el lugar durante la comisión del delito, en la punta de una larga vara de caña brava con un cartel de reto o desafío en español y francés.

Ello motivó que el lugar donde se colocó la vara fuera llamado «La esquina del sombrerón». Allí existía una bodega de madera que luego llegó a tener en su frente un gran sombrero de hojalata. La bodega fue demolida años después para levantar allí la casa social del Liceo de Cienfuegos.

Los historiadores Rousseau y Díaz de Villegas no aclaran si el ladrón respondió al reto del cartel o lo descubrieron de otra manera, pero la anécdota ilustra la manera de resolver sus diferencias entre nuestros pobladores y también una manera del origen de algunos nombres populares a determinados lugares de la ciudad.

*Autor del artículo: Cienfuegos y su Historia, publicado en su página de Facebook y reproducido en este sitio con su autorización.

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